*Padrino de generación se compromete a hacer lo que edil no pudo

 

Puebla, Puebla. “Una de las grandes preocupaciones del Movimiento Antorchista es que los espacios educativos sean los adecuados”, afirmó Lluvia Sánchez Hernández, líder antorchista al sur de la capital, durante la graduación de la generación 2010 – 2013 del preescolar Ignacio Zaragoza, ubicado en la colonia Fraternidad Antorchist

 

“A través de la educación, también se transmite la cultura, la cual, bien encaminada, logra sensibilizar al hombre respecto a los problemas sociales por los que traviesa”, agregó.

 

Salvador Sánchez, presidente de la fundación Majocca, y padrino de generación, se comprometió ante los asistentes a habilitar el módulo sanitario, “para que los pequeños no tengan que echarle agua con su cubetita”.

 

Como cuadro cultural, madres de familia y alumnos de primero y segundo grado despidieron a los graduados con la estampa de Monterrey "El cerro de la silla", la poesía "La despedida" del autor Mario Benedetti y un baile de rock and roll.

 

Los avances en infraestructura de este prescolar se han logrado gracias a las gestiones que encabeza el Movimiento Antorchista y a las faenas de los padres de familia, como el emparejamiento del terreno, la barda perimetral con malla ciclónica, y las cooperaciones para pagar el servicio de comedor y el salario de  las educadoras.

 

Edil olvidó sus compromisos

Posteriormente en entrevista, Sánchez Hernández señaló que en el año 2012, el edil Eduardo Rivera Pérez visitó el preescolar, y se comprometió a habilitar los salones y el módulo sanitario, y hasta la fecha seguimos esperando que cumpla su compromiso.

 

Por lo que reprobó que “mejor el padrino de generación lo va a hacer, y Lalo Rivera no lo ha podido hacer en más de un año”.

 

“Es lamentable que la administración del edil Rivera Pérez, se caracterice por ignorar las demandas de las colonias populares; para todo siempre dice que no tiene dinero, y cuando gestionamos recurso a través de la diputada federal, Soraya Córdova, pone trabas burocráticas.

 

 

Esta situación se repitió en el bachillerato “Manuel M. Flores”, cuando, posterior a la visita al preescolar en el 2012, los alumnos de este bachillerato lo llevaron a que comprobara las precarias condiciones en la que se encuentra su institución, y ahí también se comprometió a habilitar la infraestructura, pero tampoco ha llevado ni un solo ladrillo.