

Para crear al hombre nuevo

PROYECTO EDUCATIVO
I. ALUMNOS
Debe de perseguirse un perfil del egresado que garantice, en primerísimo lugar obviamente, un dominio suficiente, en extensión y profundidad, de todo el contenido programático del nivel correspondiente.
Pero, tan importante como lo anterior, es garantizar que el educando adquiera plena conciencia del deber , acrecentando grandemente como consecuencia de la formación profesional que la sociedad le brinda , de contribuir con todo su saber y sus capacidad de trabajo, llegado el momento , al desarrollo y progreso verdaderos, en todos los órdenes de la vida , de esa misma sociedad, pero con especial compromiso y dedicación hacia las clases más desprotegidas que son , a la par, las productoras directas de toda la riqueza social. Para ello hace falta, como premisa indispensable, que cuente también con un conocimiento preciso y riguroso sobre el verdadero papel de la ciencia en el desarrollo y mejoramiento de la vida humana, cuáles son sus repercusiones concretas en el terreno de la producción de la riqueza material y que puede hacer , no solo para acrecentar dicha riqueza sino, tan importante como eso,, para la distribución equitativa de la misma en el seno de colectividad.
Para ello hace falta dotarlo, evidentemente, de la capacidad para desarrollar un pensamiento autónomo, crítico y analítico, que le permita distinguir siempre, con precisión y seguridad, entre el verdadero conocimiento científico y aquello que, haciéndose pasar por tal , es en realidad una ideología al servicio de ciertos intereses que no es fácil distinguir a primera vista. Ello no le impedirá, naturalmente, abrazar alguna de tales ideologías si ese fuera su deseo, pero garantiza que lo hará con plena conocimiento de causa y no como víctima indefensa de una hábil manipulación. Finalmente, para lograr todo esto resulta indispensable una revalorización profunda del trabajo manual, del trabajo físico, de la capacidad, habilidad ( y placer estético, incluso) de saber “hacer algo con las manos”, como una valiosa e insustituible herramienta educativa, como un recurso pedagógico de la más alta calidad y eficacia para producir verdaderos cambios, cambios profundos y duraderos, en la percepción que el individuo tiene de la vida, del papel del trabajo directo en el bienestar social y del que el mismo puede y debe jugar en su medio social, cercano o remoto. Adicionalmente, lograr que el joven educando logre cobrarle gusto , ya desde los primeros escalones de su formación profesional, al reto de “producir algo útil” con sus propias manos, resulta a nuestro juicio el camino mas corto y mas seguro para derrotar el “espíritu elitista”, es decir, el sentimiento de superioridad sobra la “masa ignorante” que nuestro sistema educativo actual siembra en el profesionista, ya sea de modo deliberado o no. Tal “elitismo” cancela de raíz cualquier esperanza de una actitud solidaria de los estratos educados de la sociedad hacia los menos favorecidos, y garantiza, en cambio, que el profesionista haga sus “servicios profesionales” un medio de enriquecimiento rápido y seguro sin importarle nada a costa de quien o de quienes lo haga. Solo el trabajo manual productivo, inteligente y dosificadamente conducido por educadores convencidos de su necesidad y utilidad, puede echar las bases de sustentación para lograr actitudes humanas como la solidaridad, la cooperación, la laboriosidad, la honradez personal, la humildad, la bondad, el espíritu de sacrificio y el desinterés, tan valiosas pero tan difíciles de conseguir en una sociedad como la nuestra, basada en el egoísmo y en el irrefrenable deseo de acumulación. Como medidas concretas para el logro de tan ambiciosos objetivos, proponemos:
a) Garantizar, en todos los niveles, la plena cobertura educativa para todos los mexicanos en la edad escolar correspondiente, con la sola comprobación de haber cursado y aprobado los niveles previos si fuere el caso. Esto significa que no podrá ya negársele a nadie el ingreso a la institución educativa de su elección, con “argumentos” como “falta de cupo” o “haber reprobado el examen de admisión”. Con mayor razón deben eliminarse radicalmente obstáculos como la ubicación geográfica o la situación económica de la familia.
b) Garantizar homogeneidad en la calidad de la educación que recibe cada mexicano, con independencia del lugar o de la institución en que realice sus estudios. Esto implica, obviamente, espacios educativos dignos y modernos para todos sin excepción; bien abastecidos, además, de lo necesario para recibir y ejercer educación científica de alta calidad, así como todas aquellas actividades complementarias que permitan al educando desarrollar habilidades, destrezas y aptitudes, de acuerdo con la formación integral que se persigue.
c) Garantizar que al frente de cada cátedra , en cada taller, laboratorio, campo demostrativo o experimental, y ara cada una de las actividades complementarias de la formación humanista del educando, haya siempre un maestro , un técnico, un entrenador, altamente capacitados, que no solo garanticen el dominio suficiente del conocimiento que deberán impartir sino, además, la destreza y la habilidad para “enseñar, para despertar en el alumno el “ hambre de conocimiento”. Esto, con el objeto de desterrar de nuestro sistema educativo , de una vez por todas, el pavor de loes estudiantes hacia disciplinas como las matemáticas o el español, por creer que se trata de cosas “muy difíciles”, reservadas solo a los genios, cuando la verdad es que todo se debe , casi siempre, al pésimo dominio del material y al nula capacidad pedagógica del o los maestros de tales asignaturas.
d) Para hacer una realidad la cobertura educativa universal a todos los niveles, resulta indispensable, obviamente, apoyar a todo el que lo requiera, también a todos los niveles, con servicios elementales como alojamiento , artículos de aseo personal y colectivo , alimentación, medicina, trasporte, servicio de biblioteca, instalaciones deportivas y otros semejantes. Esto puede hacerse de dos modos: bien mediante la asignación de becas por un montón suficiente, o bien dotando a la escuela con servicio de internado. Puede dejarse a la elección de cada centro educativo.
e) A cada alumno con un rendimiento escolar destacado, debe garantizársele la continuidad de los estudios por cuenta del Estado hasta el nivel que cada quien elija. Esto debe incluir, por supuesto, estudios de posgrado si fuere el caso.
f) Debe garantizarse, además, que todos los educandos reciban, con valor curricular para hacer más atractiva la actividad, formación cultural, cívica y deportiva para lograr hombres y mujeres sanos de cuerpo y de mente; fuertes y al mismo tiempo sensibles a todo lo bueno y lo bello que ha creado el hambre a lo largo de su historia.
g) En la idea del insustituible valor del trabajo manual y la cooperación, proponemos promover de firme la participación de todos los alumnos en acciones de mejoramiento, conservación y embellecimiento de sus escuelas y comunidades. Para el éxito de esta tarea, es indispensable involucrar en ella a maestros, trabajadores manuales y administrativos y, por encima de todo, a los propios padres y madres de familia.
h) Respetar escrupulosamente el derecho de los alumnos a organizarse y a actuar con entera libertad, en conformidad con sus intereses básicos derivados de su doble condición de sujetos activos y objetos directos del proceso educativo. Facilitar, e incluso promover si fuere necesario, su participación activa en la toma de las decisiones que afecten su vida escolar y social.