

Para crear al hombre nuevo

PROYECTO EDUCATIVO
EL MODELO NEOLIBERAL DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR.
Dentro de esta estrategia, el incremento de la matrícula de las carreras especializadas en tecnología, administración y ciencias aplicadas tiene como objetivo final aumentar las ganancias para el capital por vía del aumento de la productividad y el abaratamiento de la mano de obra calificada, sin que importe el destino de los estudiantes que buscan especialidades humanísticas, quienes hacen mayoría entre los rechazados y suelen intentar varias veces ingresar a las instituciones públicas.
Esta orientación neoliberal tiene, asimismo, otros objetivos: ampliar la oferta de la educación superior privada y disminuir el gasto del estado respecto al mismo rubro a fin de concentrar los recursos públicos en la educación constitucionalmente obligatoria: preescolar, primaria, secundaria y bachillerato.
“en 35 años no se ha construido una sola universidad pública, con sus características fundamentales de docencia, investigación y difusión de la cultura; la excepción es la universidad Autónoma de la ciudad de México, aunque su oferta de espacios muy reducida”, dijo a buzos Altzelbi Hernández, vocera del movimiento de estudiantes excluidos de la educación superior (MAES).
Hernández indicó que, en contraste, de 1991 a la fecha se han edificado 66 universidades tecnológicas y 12 institutos tecnológicos en el distrito federal. Además está planeada la construcción de otras 25 escuelas de ese tipo para ofertarlas a los 200 mil estudiantes rechazados anualmente de las universidades públicas. “Lo que quieren es llevar la educación superior hacia la capacitación para el trabajo, dejar de lado la formación integral, humanística, de los estudiantes y crear profesionistas deshumanizados”, abundó.
Para reducir la demanda de más espacios escolares y de formación universitaria pública con especialidades humanísticas, se ofertan alternativas no presenciales, como la podría impartirse por internet. por su parte, el mercado privado de la educación superior crece; muestra de ello es la penetración de corporativos educativos internacionales, los cuales buscan consolidar el negocio atrayendo más consumidores de sus servicios, y para ello procuran abrir opciones tanto para personas con ingresos altos como medios.
Con el fin de alentar el negocio de la educación privada, el gobierno federal otorga, desde 2011, deducibilidad de impuestos en el pago de colegiaturas. Para los jóvenes de sectores sociales con bajos recursos quedan las universidades “patito”, que también proliferan.
Hugo Aboites Aguilar, doctor en educación por la universidad de harvard, profesor e investigador de la universidad Autónoma metropolitana (UAM), unidad Xochimilco, indicó que los estudiantes rechazados defienden legítimamente su derecho a una educación pública y gratuita y, en este marco, a elegir en libertad una carrera universitaria.
De acuerdo con los resultados del primero de los dos exámenes anuales de admisión que aplica la universidad nacional Autónoma de México (UNAM), puede observarse que la mayoría de los estudiantes tienen preferencia por las carreras humanistas; en la máxima casa de estudios mexicana, las carreras con mayor demanda son medicina y derecho.
Para la carrera de médico cirujano se registraron 15 mil 842 aspirantes, pero sólo 14 mil 852 se presentaron al examen, y nada más fueron aceptados 276. para instruirse en la abogacía se inscribieron nueve mil 622 aspirantes; nueve mil 115 acudieron al examen y únicamente 519 alcanzaron lugar.
Los casos son similares en especialidades como psicología, ubicada en tercer lugar entre las más demandadas: siete mil 948 aspirantes se presentaron al examen y se quedaron solamente 248. en Administración, la cuarta con mayor demanda, probaron cinco mil 392, y se quedaron 419; en la quinta, Arquitectura, cinco mil 223 se examinaron, e ingresaron 333, y en la sexta, comunicación, lo hicieron cuatro mil 726 aspirantes e ingresaron 198.en contraste, y en su afán por satisfacer las exigencias del modelo económico y las necesidades de los corporativos, el sector educativo público federal, estatal y municipal abrió muchos centros para la enseñanza tecnológica, que no son del interés de los jóvenes, más proclives a la formación universitaria humanista.
“la matrícula de casi 100 universidades de formación tecnológica no llega a los 200 mil estudiantes, mientras que la de la UNAM es de alrededor de 300 mil. Con estos números se aprecia claramente el desinterés de los jóvenes por esas carreras”, dijo Aboites.
Al respecto, Atzelbi Hernández señaló que también la UNAM sigue esa tendencia, y como muestra están los nuevos campus de la escuela nacional de estudios superiores (ENES) que abrió en león, Guanajuato, y Morelia, Michoacán, cuyas disciplinas son principalmente tecnológicas.
Frustran aspiraciones
En 1990 comenzó a implementarse la citada administración de la oferta y la demanda educativa superior, según el doctor hugo Aboites, quien explicó a buzos que por eso el examen de admisión para las universidades públicas no sirve ni para medir conocimientos ni para hacer.
Una distribución de los espacios disponibles, los cuales no aumentan conforme a la demanda real.
De esta manera, por ejemplo, en un examen de admisión de 120 preguntas, quien acierte en 110 técnicamente obtendría una calificación de 9, aunque no habrá alcanzado los 111 puntos requeridos para ingresar a la opción educativa de su preferencia.
Al primer examen de ingreso de este año se inscribieron 135 mil 808 aspirantes, de los cuales 126 mil 753 se presentaron, y sólo 10 mil 916 obtuvieron un lugar. de éstos, siete mil 792 ingresarán al sistema escolarizado; mil 39 se integraron al sistema de universidad Abierta, y dos mil 85, al sistema a distancia. lo anterior significa que cerca del 92 por ciento de los inscritos fue rechazado o no se presentó, y que solamente el 8.6 por ciento pudo entrar. Ahora vendrá la segunda vuelta del examen, los días 1 y 2 de junio, y con base en la información aquí revisada puede anticiparse que la cifra de 200 mil rechazados se mantendrá vigente en 2013.
Por la misma razón, a nadie le extrañará que este fenómeno se repita en los próximos años, hasta que las autoridades educativas federales, la Asociación nacional de universidades e instituciones de educación superior –entre ellas la UNAM– y las cúpulas empresariales consigan su objetivo de reencauzar la demanda estudiantil hacia especialidades tecnológicas.
Lucha estudiantil
En los últimos siete años ha habido un evidente esfuerzo general para exigir más lugares en las instituciones públicas de educación superior y la apertura de nuevas universidades, aunque no se ha conseguido modificar la vigencia del citado modelo neoliberal. La autoridad educativa federal, representada por el secretario de educación pública y los titulares de instituciones como la UNAM y el instituto politécnico nacional (IPN), se han dedicado a administrar la protesta estudiantil desde 2006: cada año, la secretaría de educación pública (SEP) ha instalado una mesa de negociaciones –generalmente en agosto– con los rechazados, una vez concluidos los periodos de aplicación de exámenes de admisión. En ese marco se negocian lugares adicionales, pero no se han logrado los cambios de fondo solicitados. En seis años –de 2006 a 2012– las negociaciones entre el MAES y la SEP derivaron en la inserción de unos mil rechazados en instituciones públicas, luego de que cursaron un año con becas en escuelas particulares incorporadas, de acuerdo con Atzelbi hernández.
Atzelbi fue una de las 15 rechazadas de la UNAM que participaron en la formación del maes en 2006, y con base en la citada beca temporal logró ingresar en 2007 a la facultad de filosofía y letras de la UNAM, específicamente al colegio de estudios latinoamericanos.
En la actualidad sigue en la organización de movilizaciones en demanda de más universidades públicas y participa en las negociaciones con la SEP en busca de una solución al problema de los rechazados.
“yo creo que hemos avanzado, aunque todavía no logramos los objetivos que nos hemos trazado, entre ellos el de obligar a las autoridades a que abran nuevos espacios para quienes demandan ingresar a la educación superior. No han querido hacerlo, pero tenemos que obligarlos”, indicó la activista.
Modelo educativo de Libre Mercado el modelo de educación superior de corte neoliberal arrancó en 1990 como resultado de un acuerdo entre las cúpulas empresariales del país, el gobierno federal de Carlos Salinas de Gortari y el entonces secretario de educación pública, Ernesto Zedillo Ponce de león, explicó a buzos el doctor Hugo Aboites.
A partir de entonces “la definición del rumbo de la educación superior ya no surge de un proyecto de nación, que concebía a la educación como parte central del patrimonio social y sustento sólido del desarrollo, sino de las necesidades empresariales más crudas, en el marco de un proyecto de inserción en la economía globalizada”. De esta forma –aclaró Aboites– el sector público educativo renuncia a construir y desarrollar nuevas universidades públicas; se ocupa sólo de apuntalar las áreas estratégicas, entre ellas la educación básica; en financiar algunas de las universidades públicas más importantes e impulsar la educación técnica de nivel medio superior y superior para lograr “una completa reorientación empresarial del proceso educativo superior en las universidades públicas”.
En el sexenio salinista se habló de una saturación de especialidades humanísticas, como medicina y derecho, y de la baja cantidad de jóvenes que optaban por carreras tecnológicas. Entonces se planteó un reencauzamiento de la demanda educativa para nutrir las opciones técnicas. Proliferan corporaciones educativas por todo ello, no es extraño que la inversión extranjera esté presente y demande su lugar en el mercado de la educación superior en México.
El corporativo estadounidense de escuelas privadas laureate education, inc., operador de una red multinacional denominada laureate international universities, cuya matrícula en el mundo supera los 600 mil alumnos, con más de 76 centros educativos superiores en 27 países de América latina, Europa y Asia, controla ya las principales universidades privadas a las que acceden sobre todo los estudiantes de ingresos medios del país.
Entró de lleno al mercado mexicano al adquirir, entre los años 2000 y 2006, el 90 por ciento del paquete accionario de la universidad del Valle de México (UVM), que con la inyección de capital pasó de 13 campus en 2000 a 37 en 2013, y tiene una matrícula actual de 87 mil 479 alumnos.
En 2007 compró la otra opción educativa de “clase media”: la universidad tecnológica de méxico (unitec). En mayo de 2007 el mismo corporativo adquirió la universidad del desarrollo profesional (unidep), con una treintena de campus en baja California, baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Sonora, zacatecas, Sinaloa, Querétaro y Aguascalientes; hoy cuenta con una matrícula cercana a los 10 mil alumnos.
Se trata de centros educativos considerados de “clase media” por el costo de sus colegiaturas. Por ejemplo, las carreras de la UVM del distrito federal tienen un costo aproximado de 48 mil pesos por semestre, según el número de materias y otros factores.
Estos precios contrastan con los de las instituciones de “alto nivel”, como la universidad Anáhuac, cuya colegiatura semestral es de 70 mil pesos aproximadamente, o el instituto tecnológico y de estudios superiores de monterrey (itesm), donde es de 71 mil pesos, o el instituto tecnológico Autónomo de México, que ronda los 62 mil pesos por semestre.
Además de competir con ofertas para estudiantes de nivel económico “alto” y “medio”, los inversionistas están enfocándose en la creación de escuelas “más baratas” para jóvenes de menores recursos económicos. de ahí que hayan comenzado a surgir versiones “de bajo costo” de las mismas empresas escolares de clase alta y media, para apoderarse de otros mercados. Así han surgido el tec-milenio, del itesm, y la unitec 2.0, de laureate international.
Como alternativa privada para los estudiantes de clases sociales de bajos recursos están las llamadas “universidades patito”, las cuales han tenido crecimiento explosivo. según datos de enero de la procuraduría federal del consumidor, de las más de mil 100 escuelas de educación superior que hay en funcionamiento en el país, solamente 74 tenían certificaciones de la SEP, de la federación de instituciones mexicanas particulares de educación superior, o reconocimientos de instituciones como la UNAM.
Sin embargo, más tarda la SEP en negarles el reconocimiento de validez oficial de estudios a sus planes de enseñanza (se requiere uno por cada plan de estudios) que aquéllas en abrir otros planteles para reproducir su “oferta educativa”. Esto se debe a que la SEP no busca cerrar las opciones de educación privada, sino insertarlas en el marco legal, es decir, formalizar el “negocio” de la educación superior.
Las universidades con colegiaturas “baratas” (inferiores a los 10 mil pesos por semestre, aunque hay variaciones) ofrecen o prometen carreras de dos o tres años de duración en especialidades de alta demanda y que no requieren de mayor infraestructura, como laboratorios.
En este caso se hallan contaduría y derecho, que son buenos productos comerciales para el mercado nacional. Copia del Modelo gringo dentro del modelo del neoliberalismo resalta actualmente el modelo estadounidense, que alienta el otorgamiento de créditos por parte de la banca comercial para financiar la educación de una persona. sin embargo, éste fue el motivo del enfurecimiento y las consecuentes manifestaciones de jóvenes estadounidenses, quienes denunciaron haber sido endeudados para ser convertidos en esclavos de los corporativos bancarios y financieros, lo cual impulsó las movilizaciones del ocupa Wall street de septiembre de 2011, cuando apostados en la zona de oficinas financieras y de la bolsa de nueva york, expresaron su rechazo a la avaricia de los bancos.
Aunque en México existe ese tipo de crédito bancario para la educación superior, no ha proliferado todavía; sin embargo, nada impide que en el futuro cercano sea promovido. El 14 de febrero de 2011, el entonces presidente, Felipe Calderón, expidió un decreto que se adicionó al artículo 176 de la ley del impuesto sobre la renta, para que las personas físicas pudieran deducir el pago de la educación privada de tres millones 500 mil niños y jóvenes de preprimaria a bachillerato a partir de la declaración fiscal 2010, que se presentaría en 2011. En costo fiscal, esto representa entre 11 mil y 13 mil millones de pesos, dinero público que parará en los bolsillos de los dueños de las escuelas privadas.
Para el especialista Hugo Aboites es “un falso debate” polemizar sobre si debe prevalecer un modelo educativo superior que responda a las aspiraciones de los estudiantes al elegir una carrera o si la oferta debe ser dirigida por el estado para que se fortalezcan áreas laborales técnicas requeridas por el modelo económico.
“la oferta educativa siempre va a estar vinculada al mercado laboral, independientemente de si es humanista o técnica. Por eso, yo creo que no debería existir una división; debe ser una sola, un nivel terminal técnico en el bachillerato para estar en posibilidades de ingresar al mercado laboral, y al mismo tiempo debe ser propedéutica (preparatoria para el estudio de una disciplina universitaria específica y sus posgrados)”.